Descanso de escribir, escribiendo.
La puerta de salida, poco me tienta. Hay infinitas ventanas. Abro una nueva, la ganadora de quién sabe qué juego de azar de Word, y en ella trazo un sendero ignoto de letras despreocupadas.
“Descanso de escribir, escribiendo” es el «¡Ábrete sésamo!» de un universo infinito cuyas pretensiones no esclavizan. Un oasis de oxígeno que silencia las demandas de las hermanas Bosco, a las que, tonta de mí, acabo de conjurar.
—Son sólo letras —me engaño, a sabiendas de que jugar con ellas trae consecuencias. Me aburren hasta la desesperación. Sus compañeros, futuros hijos de mi teclado, acechan tras los árboles, reclamando su parche de sol. Es menester poner distancia, dar reposo a los renglones recorridos ya tantas veces. ¡Dejad que crezcan los yuyos! La poda de mañana aireará la tierra apelmazada. Proliferarán las lombrices.
Recoger las piedras es una tarea maldita, pues siempre queda alguna: la coma rezagada, la frase idiota con delirios de grandeza, campamentos alineados en migajas… que no conducen a nada. Hoy disfrutaré del horizonte blanco, del andar confiado. No hay con qué tropezarse.
“¡Ciérrate, sésamo!” es la despedida que exige este relato. No la obtendrá. En la tierra de la libertad, las ventanas se cierran con un ladrido.
—¡Guau, guau! —dice un perro argentino.
A lo lejos, flota un globo. Se parten de la risa las olas.
NATALIA DOÑATE
Sencillamente, genial. Captar con ese punto de humor lo que se siente al intentar cerrar un relato. Enhorabuena Natalia.
Muchas gracias!! 🙂 Y acá seguimos, jaja
Descanso de escribir escribiendo no es más que una encerrona literaria. Cómo se puede descansar haciendo lo mismo que te cansa?? A veces ese cansancio no es tal, a veces se disfruta el cansancio y desde allí se toma fuerza para continuar la labor. Es como el deportista que, extenuado por el esfuerzo, disfruta y sigue un poco más. Me gusta mucho el estilo pues te obliga a leer y releer; a analizar cada frase.
Gracias, Carlos! En mi caso, descanso de escribir una novela, de leer y corregir mil veces los mismos renglones, escribiendo un relato corto y fresquito en el blog 😉
Después del excelente análisis de Ariel, no me atrevo a opinar. Gracias Natalia por tus entregas.
Jaja, yo tampoco!! Gracias a vos 🙂
Vuelvo por acá porque este respiro que te tomaste en el trabajo de tu novela es mi alimento ( espero no empacharme por glotón ).
Muy merecidos los elogios que recibís.
Jeje gracias, Leandro! Más que el elogio en sí, me alegra de quiénes viene! Se conoce gente copada por estos pagos 🙂
Hola Ariel! Qué bueno verte por acá, en «mi casa». No deja de sorprenderme tu capacidad de comprender mis intenciones y sentimientos. Se nota que sos un profesional con todas las letras. No se te pasa una pista. Aunque debo confesar que tuve que googlear lo que era una aporía ;). Lo que decís en referencia a encontrar alivio en lo que cansa, expresa exactamente cómo me sentí esta mañana. Desde que trato de escribir esta novela, los relatos del blog son un respiro, mi espacio para soñar sin tantas reglas.
Gracias por tu amabilidad de siempre!
He notado en varios de tus magníficos cuentos, Natalia, un genio especial para construir paradojas. Al reflexionar sobre esto, me doy cuenta de que el enunciado «Descanso de escribir, escribiendo» tal vez encierra el sueño de una aporía.
La idea de encontrar alivio en lo mismo que genera cansancio —la escritura, en este caso— adquirió una fuerza distinta en mi segunda lectura, quizás porque allí creí descubrir el germen que permite al proceso creativo, lejos de agotarse, mantenerse vivo y abierto con una energía inesperada.
No puedo dejar de destacar un pasaje que sobrevoló mi oficio de corrector: «Es menester poner distancia, dar reposo a los renglones recorridos ya tantas veces». Descubrimos que el descanso y la pausa no son espacios vacíos, sino parte activa del proceso creativo, donde la escritura evoluciona.
A mi parecer, la complejidad emocional de escribir se despliega en tu relato como un juego de opuestos: entre el cansancio y la necesidad de continuar, el control y la libertad, la frustración y el disfrute. Es precisamente en esa tensión donde la composición cobra vida, con sus momentos de calma y caos, de reposo y renovación.
Hola Ariel! Qué bueno verte por acá, en «mi casa». No deja de sorprenderme tu capacidad de comprender mis intenciones y sentimientos. Se nota que sos un profesional con todas las letras. No se te pasa una pista. Aunque debo confesar que tuve que googlear lo que era una aporía ;). Lo que decís en referencia a encontrar alivio en lo que cansa, expresa exactamente cómo me sentí esta mañana. Desde que trato de escribir esta novela, los relatos del blog son un respiro, mi espacio para soñar sin tantas reglas.
Gracias por tu amabilidad de siempre!
La palabra es rebelde, se compone de letras que saben compartir sueños.
Y nos juntan, a los dueños
Toma tu descanso Paladina de las Letras.El lenguaje es arma,escudo y armadura pero el largo camino las hace pesadas y nos deja rozaduras…no pasa nada por sacarse el yelmo y mirar a un horizonte quedándose (voluntariamente)sin palabras.Por muy pesada que sea la carga,lo que nos transmites es ligero y suave,el susurro de una danza en el aire.
Muchas gracias (¿Patricia?). Creo que sos vos :). Me gustó la analogía, ahora me siento una guerrera!
No pares de escribir Natalia…
😉
Hermoso. Y ya hay una sabiduría del oficio ( y vital, por qué no) que ya no te arrebata ni un ladrido inoportuno.
¡Felices los libres!
Jaja muchas gracias! Me gustó la ocurrencia del elogio. Iba a decir algo de jugar con las palabras… felices los nerds también!
Cuando tomemos nota de todo lo lindo que se puede hacer con palabras serán felices hasta los infelices.
Les borramos el «in» con liquid paper
Muy poético. Me gusta. Leer tus relatos ya es una caricia literaria.
Gracias!! Me alegra que te gusten 🙂