Otras entradas

Te invito a conocer otros relatos del blog. Gracias por pasar

El gringo

“No way“, se dijo al imaginarse malgastando sus días y sus noches entre nubes de polvo rojizo volátil y mosquitos, en ese...

Los verdugos

Desperté a medianoche por culpa de unas risas en la cocina. “Estos fracasados, cómo se nota que no tienen que madrugar mañana“,...

Días blancos

Mayo es un mes interesante. En lo que respecta a esta humilde servidora, basta con decir que puede soplar velitas a cambio...

Reverberaciones de amistad

A la temprana edad de los cinco años conocí a quien, hoy con cuarenta y dos, continúa siendo mi mejor amigo. En...

El acuario

            Horacio era un escritor innato a quien la falta de tiempo, consecuencia de un empleo exigente, lo había alejado de su...

Viento del sur

El ciruelo de mi jardín adolecía de una dicotomía estacional. A medias desnudo, a medias rebosante de hojas, me señalaba desde qué...

La mujer incompleta

Que al pobre de Vincent se le ocurriera combinar a sus dos pasiones, era mera cuestión de tiempo. Un suceso trazado en...
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Delicias

El tero al que vi nacer reniega de mi presencia en el jardín. Nos enemistan cuatro huevos moteados, de cuya existencia doy...

La empleada del mes

Un chicle color cereza se bamboleaba de una mejilla a otra en la boca de la recepcionista. El desacierto le pareció un...

Lentes rosados

Cuento "Lentes rosados" de "La casa de las arenas" de Natalia Doñate

En mi mundo

El paisaje era indefinido y austero. Así lo supe. No era la primera vez que me ocurría y había aprendido a manejarme...

El cebo

Despertar temprano en otoño era como pasar de un sueño al otro. La niebla borroneaba las casas y arboleda vecinas, impregnando el...